José Manuel Serrano Esparza
La fotografía mundial vive momentos de máxima expectación, tras los movimientos realizados por Nikon y Canon, que han presentado muy recientemente sus cámaras Nikon Z7 mirrorless EVF formato 24 x 36 mm y Canon EOS R mirrorless EVF formato 24 x 36 mm, al tiempo que hay abundantes rumores sobre una posible cámara también mirrorless EVF formato 24 x 36 mm que Panasonic podría presentar en breve. Incluso quizá una nueva cámara Leica de formato medio con sensor entre 60 y 100 megapíxels, generándose un clímax de interés que tendrá su apogeo durante la próxima Photokina 2018, que se celebrará muy pronto, entre los días 26 y 29 de Septiembre de 2018.
Noviembre de 1935. Oscar Barnack, un hombre de 57 años, ha sido informado por varios doctores de que morirá muy pronto, en uno o dos meses, y se halla en estos momentos sobre el andén de la estación de tren de Wetzlar (Alemania).
Julius Huisgen (fotógrafo de Ernst Leitz Wetzlar además de ser el experto de cuarto oscuro que revela los rollos de película de blanco y negro expuestos por Barnack y autor de sus retratos) está junto a él.
Oscar Barnack se encuentra muy débil, sin energía, tosiendo constantemente y caminando fatigosamente mientras sujeta entre sus manos una cámara telemétrica Leica IIIa formato 24 x 36 mm con objetivo Leitz Summar 5 cm f/2 diseñado por Professor Max Berek.
Por su parte, Julius Huisgen empuña una cámara telemétrica Zeiss Ikon Contax I acoplada a un objetivo Carl Zeiss Jena Sonnar 5 cm f/1.5 diseñado por Ludwig Bertele.
Ambos están esperando la llegada de trenes para hacer pruebas a diferentes velocidades de obturación y comprobar la precisión del obturador en ambas cámaras, ya que Oscar Barnack, plenamente consciente de la proximidad de su muerte, quiere mejorar al máximo posible la exactitud del obturador de su Leica IIIa antes de su óbito.
La temperatura es de -6º C. El genio Oscar Barnack está aterido de frío, pero sigue haciendo fotos.
Hace nueve meses ha sido capaz de crear un maravilloso mecanismo de escape inspirado en las mejores manufacturas relojeras suizas con forma de pequeño dial en la zona delantera de la cámara para velocidades lentas 1 s, 1/2 s, 1/4 s, 1/8 s y 1/20 s, una asombrosa hazaña tecnológica para la época y que potenciará enormemente las posibilidades de fotografiar a pulso no sólo en la Leica IIIa, sino también en los futuros modelos de cámaras Leica de rosca.
Barnack sabe que la fiabilidad de dicho obturador será decisiva para el futuro de Ernst Leitz Wetzlar como empresa, y hará un último e ímprobo esfuerzo hasta los últimos días de su vida para optimizar su precisión.
De repente, Oscar Barnack le dice a Julius Huisgen :
» Desde 1914 creo que el formato 24 x 36 mm tendrá una enorme permanencia en el tiempo y no nos debería importar si otras muchas marcas lo utilizan para sus cámaras fotográficas «.
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